“La idea nació cuando le buscaba novia a mi “hijo” (su perrito de raza ovejero). Hice un estudio de mercado y comprobé que muchos quieren conseguir pareja para sus mascotas, pero es muy difícil porque tiene que haber química entre las partes, aun así he organizado 30 ceremonias hasta ahora”, indicó Ingrid.
Su función es buscar la pareja y organizar el evento. Además, confeccionar el vestido de bodas y smoking de los novios, comprar bocaditos especiales y tortas de carne para que degusten los invitados, que suelen ser los canes de la cuadra.
¿No es un poco excesivo que se malgaste dinero (y tiempo) en este tipo de cosas...?
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