Los atentados del 11 de septiembre de 2001 (comúnmente denominados como 11-S en España y Latinoamérica), fueron una serie de atentados suicidas que implicaron el secuestro de cuatro aviones de pasajeros por parte de 19 miembros de la red yihadista Al-Qaida.
Se dividieron en cuatro grupos de secuestradores, cada uno de ellos con un piloto que se encargaría de pilotar el avión una vez ya reducida la tripulación de la cabina. Los dos primeros aviones fueron los de los vuelos 11 de American Airlines y 175 de United Airlines, que fueron estrellados contra las torres gemelas del World Trade Center, un avión contra cada torre, haciendo que ambas se derrumbaran en las dos horas siguientes.
El tercer avión secuestrado fue el del vuelo 77 de American Airlines, que supuestamente impactó contra la esquina del Pentágono, en Virginia. El cuarto avión, que fue el del vuelo 93 de United Airlines, supuestamente estaba dirigido a estrellarse contra la Casa Blanca, Washington, pero que no alcanzó ningún objetivo ya que los pasajeros y tripulantes intentaron recuperar el control y, debido a eso, se estrelló en un campo abierto, en Shanksville, Pensilvania.
Aparte de los 19 secuestradores hubo unas 2.973 personas fallecidas confirmadas y unas 24 continúan desaparecidas.
Este atentado se caracterizó por el empleo de aviones como armamento, creando una situación de temor mayor en todo el mundo occidental y dando comienzo a la Guerra contra el terrorismo. Los atentados del 11 de septiembre del 2001 fueron descritos por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como horrendos ataques terroristas.
Supervivientes
Según la Comisión del 11-S, aproximadamente 16.000 personas se encontraban en las zonas de impacto del complejo del World Trade Center en el momento de los ataques. La gran mayoría de ellos sobrevivió, gracias a las labores de evacuación antes del derrumbe de las torres.
Víctimas
Las muertes se contaron por miles, pereciendo exactamente 2.973 personas, incluyendo 246 muertos en los cuatro aparatos estrellados (ninguno de los pasajeros de los aviones secuestrados sobrevivió), 2.602 en Nueva York muertos tanto dentro de las torres gemelas como en la base de las mismas, y 125 muertos dentro del edificio del Péntagono. Entre las víctimas se contaban 343 bomberos del departamento de bomberos de Nueva York, 23 policías del departamento de policía y 37 policías de la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey. A fecha de hoy, aún permanecen 24 personas más entre la lista de desaparecidos.
Los atentados supusieron el ataque terrorista de mayor importancia contra los Estados Unidos de América, superando al atentado de Oklahoma City cometido por los terroristas de ultraderecha Timothy McVeigh y Terry Nichols que causó 168 muertos y los ataques llevados a cabo por células de Al-Qaeda en 1998 contra embajadas de EEUU en los países africanos de Kenia y Tanzania.
Daños
Aparte de las dos torres gemelas de 110 plantas cada una, cinco edificios del World Trade Center resultaron destruidos o seriamente dañados, entre ellos el edificio 7 del WTC y el hotel Marriott, cuatro estaciones del metro de Nueva York y la iglesia cristiana ortodoxa de San Nicolás. En total, en Manhattan 25 edificios sufrieron daños y siete edificios del complejo de negocios del World Trade Center fueron arrasados. Más tarde, el Deutsche Bank Building situado en la calle Libery street y Borough of Manhattan Community College's Fiterman Hall en el 30 de West Broadway tuvieron que ser demolidos debido al estado en que quedaron, que los hacía inhabitables. Actualmente, están a la espera de ser reconstruidos Varios equipos de comunicaciones también sufrieron daños. Sin ir más lejos, las antenas de telecomunicaciones de la Torre Norte cayeron con su derrumbe, mientras que otras antenas de radio de torres colindantes resultaron también gravemente dañadas.
En el condado de Arlington, una porción del Péntagono fue severamente dañada por el fuego y el impacto del avión. Al cabo de un rato, una sección entera del edificio se derrumbó.
En las horas siguientes a los ataques, se inició una operación de búsqueda y rescate a gran escala con más de 350 perros especialmente entrenados. Solo se lograron encontrar a unos pocos sobrevivientes malheridos, y en las semanas posteriores se hizo evidente que no se iban a hallar más.
La recuperación de cadáveres llevó meses. Simplemente el apagar todos los fuegos que ardían entre los escombros se demoró semanas, mientras que el desescombro completo no terminó hasta mayo de 2002. Se instalaron miradores provisionales para observar el trabajo de los equipos, que fueron retirados el 30 de mayo de 2002.
Asimismo, se iniciaron muchas recogidas de fondos para ayudar a las víctimas de los atentados y a los familiares de los fallecidos. Una vez cumplido el plazo para pedir las indemnizaciones (11 de septiembre de 2003) 2.833 personas habían recibido el pago.
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