La palabra para describir el final de estos tres osos es trágico. Una vez más, la naturaleza nos demuestra el peligro que somos para los animales.
Todo sucedió en Japón, en la ciudad de Shari, cuando una osa y sus dos oseznos se adentraron en busca de comida por las calles de una zona residencial. Su única intención era un poco de comida, pero uno de los vecinos cogió su escopeta y matóa dos de ellos, y el tercero logró escapar -aún no se ha localizado-. Según el vecino, sólo lo hizo para "proteger a los niños y mujeres de la zona residencial y evitar muertes humanas". ¿¡QUÉ?! ¡Es ináudito! ¿Cómo quería "proteger" éste hombre a las personas de ése barrio, plántandose en medio de la calle y liarse a pegar disparos? ¿De verdad estamos tan mal?
Una vez más, nos autodemostramos lo tontos y egoístas que llegamos a ser.
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