No existe sobre la superfície de la Tierra un lugar tan hostil para la vida como Los Valles Secos de McMurdo, en la Antártida. En este desierto helado, los glaciares permanecen congelados en invierno y sólo una pequeñísima parte se funde al llegar la primavera, formando lagos y riachuelos, algunos de agua salada.
Pero entre todas estas rarezas hay una absolutamente espectacular. Se trata de un insólito fenómeno bautizado como "cascada roja" (llamada por algunos cascada de sangre), que se produce en un glaciar de este lugar de la Antártida llamado Taylor.
El fenómeno consiste en la emisión de un líquido que no es exactamente agua de mar, sino que se le parece; la diferencia es que presenta una alta concentración de sales (¡cuatro veces superior a la del agua marina!) que hacen que el agua se tiña de rojo intenso (de ahí su nombre).
Hay muchas teorías sobre el supuesto origen del agua roja, pero lo que sí está claro es que procede del interior del glaciar. Y, cuando llega el deshielo, se forma una curiosa cascada roja que le da ese aspecto tan característico y a la vez tan perturbador.
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