Hace unos días una revista francesa llamada Point de Vue, especializada en la realeza, calificaba a la princesa de España, Letizia, como la más austera de Europa. Letizia es conocida, además de por ser nuestra heredera, por su afición a promocionar las cadenas de ropa low-cost de España vistiendo sus diseños en celebraciones oficiales y no oficiales, además de no haber gastado grandes cantidades de dinero en personal o remodelaciones de edificios.
La verdad es que me molestó un poco esta calificación despectiva (según mi parecer) de "austera" y de "ahorradora" que impusieron a Letizia. Me gustaría recordar a Point de Vue y al mundo entero que estamos en crisis. No soy una enamorada de la realeza pero me parece muy injusto que, en los tiempos que corren, se alave más a las monarquias derrochadoras que a las que ahorran -como es el caso de Letizia-.
Si los reyes y reinas han de predicar con el ejemplo, ¿es normal que una princesa que vista de Chanel hasta cuando duerme sea mejor que una que sabe ahorrar y vive muy bien con lo justo y necesario? No sé yo, pero a veces no entiendo ni a la prensa ni a las personas en general.
Estoy segura de que Letizia estará un poco confundida. Seguramente, si fuese la que más gasta, la tacharían de derrochadora y de caprichosa. Y si viste con ropa barata, es lo más austero que puede haber.
Ante esto me surgen muchas preguntas, pero la más importante es; ¿y el punto medio, dónde queda?
Algunos de los modelos que ha lucido la princesa, que pueden encontrarse en las tiendas Mango. |
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