domingo, 24 de julio de 2011

Masacre en Noruega

Bueno... supongo que a estas alturas, todos sabremos ya que el viernes pasado hubo una gran masacre y una bomba en Noruega y que, al parecer, el autor de estas dos atrocidades es el mismo. Anders Behring Breivik, el presunto autor del doble atentado perpetrado en Noruega, que dejó al menos 92 muertos en Oslo y una isla cercana, declaró hoy a la policía que la masacre que perpetró era "necesaria". El asesino noruego, de 32 años, detenido poco después de los ataques, ligado a grupos ultraderechistas, fundamentalistas cristianos e islamófobos, reconoció ante las fuerzas de seguridad que estuvo detrás de la tragedia de la isla de Utoya, en la que murieron tiroteados al menos 85 personas, en su mayoría adolescentes que estaban de campamentos. Esta "perla" era, según gente que lo conocía, correcto y muy conservador.
Los hechos sucedieron así: el viernes, a primera hora de la tarde, un potente coche bomba mató a siete personas en el barrio gubernamental de Oslo, hirió a decenas y provocó serios daños en cuatro edificios públicos.Dos horas más tarde, un hombre disfrazado de policía entró en un campamento de las juventudes socialdemócratas noruegas, comenzó a disparar indiscriminadamente contra la multitud con un arma automática y mató a al menos 85 personas.
Esto me parece HORRIBLE, INHUMANO Y ATERRADOR. Una de las cosas que he defendido siempre ha sido la libertad de expresión, y lo que no tolero es que alguien llegue hasta tales extremos para demostrar así que sus ideas son las "adecuadas". ¿Qué clase de sociedad somos? Aquí, un loco con cara de buena persona se planta en medio de unos campamentos y se lleva por delante decenas de vidas inocentes. ¿No es esto el guión de una película de terror?
Bueno, y nunca mejor dicho. Algunos de los testigos y supervivientes de la matanza en la isla Utoya, la mayoría de ellos aún menores, explican que muchos murieron ahogados intentando escapar o bien tiroteados al acercarse al asesino, que iba disfrazado de polícia. Tuvieron que esconderse en los árboles, en el agua, en los dos edificios que había en la isla, donde pudieron. Yo me lo imagino y ante mí se suceden imágenes al más puro estilo de un thriller taquillero.
¿Quién es el que puede hacer esto sin ningún tipo de remordimiento? Se me ocurren muchos sinónimos, pero yo tengo educación, y sé de sobras que todos pensamos los mismos adjetivos para esta persona.
Lo más curioso, al menos para mí, es que el asesino pensara que haciendo esto iba a conseguir que todos los immigrantes de su país se fueran, que todo el mundo creyese en lo mismo que él, que el arco íris saliera o que lo que saliera fuese él inmune.
Sólo espero que:
  1. No haya más gente como él, dispuesta a matar y matar para defender ideales que, según mi entender, son anticuados y xenófobos.
  2. Que este asesino esté lo que le queda de vida en la cárcel, aunque sé que esto no compensará, ni mucho menos, a todos los familiares y amigos de las víctimas.
Y que, por último, el mundo entero se dé cuenta de que la multiculturalidad es una ventaja, y no una amenza.
Desde aquí, estamos de luto por Noruega, y por todas las víctimas de estos dos atentados sin sentido.


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