Los fuegos  artificiales tienen su origen en China,  en la región llamada Liu Yang. Allí un  hombre llamado Li Tang  desarrolló las primeras fórmulas. 
En un principio, la utilización de la pirotecnia estaba limitada a las cerimonias religiosas, en las que se usaba para espantar los malos espíritus. Sin embargo, los chinos siguieron investigando para mejorar la receta del "polvo negro" y encontraron que podía ser utilizado fácilmente como combustible pasa los cohetes que utilizaban en sus festividades.
Los primeros cohetes que utilizaron pólvora estaban construidos con madera y tallados de manera que pareciesen dragones. Por esa  misma época, también se comenzaron a propulsar sus  flechas de batalla con pólvora, impulsando el ataque contra los mongoles, por ejemplo. 
Fue  el principio de movimiento de estos cohetes a propulsión lo que dio  origen  a la pirotecnia. A partir de distintas expediciones que llegaron  a la China, se expandió el  conocimiento del polvo negro  combustivo. Así partió del lejano Oriente y llegó  al Medio Oriente, haciéndose conocido en Arabia. 
En 1258 existe un primer registro  escrito en  Europa sobre el uso de pirotecnia. Pero hasta el siglo XIX una   característica esencial faltó en la pirotecnia: el color. La pirotecnia empezó a utilizar entonces una combinación de clorato de potasio y otras sales metálicas que hacían que, al explotar, los fuegos artificiales inundasen el cielo de colores. 
Aunque el invento haya sido  de  los chinos, en Europa superaron en lo que a pirotecnia se refiere a  los  orientales. Así, ya en el siglo XIV, en plena Edad Media, coincide en  Europa el uso  de pirotecnia con la invención de nuevas armas y la  utilización para ellas de  la pólvora. Los primeros fabricantes de pirotecnia fueron también los que  aportaron la idea de usar la pólvora para las nuevas armas. 
Es ya en  el Renacimiento, que emergen  dos escuelas de investigación en pirotecnia; una  en Italia y la otra  en Nüremberg, Alemania. Ambas  escuelas hicieron grandes adelantos en la pirotecnia, y  a  mediados del siglo XVII la pirotecnia desfiló con   todas sus luces por todos los cielos de Europa en cada festejo y en  cada  celebración, destellando tanto en parques populares como en los  jardines  privados más fastuosos, incluyendo las haciendas  reales. 
Después, en el siglo XX, los fuegos artificiales llegan a  hacerse tan populares en Estados  Unidos que la industria de la pirotecnia  adquirió grandes  niveles de afición, hasta tal punto  de causarse graves daños en la población por su  uso indebido y no  controlado. 
China es  reciente en el mercado pirotécnico, ya que en 1949, instalada la República   Popular  de China, se  empiezan a industrializar los fuegos artificiales, con la  apertura de  grandes establecimientos, el comienzo de la fabricación en   serie y la exportación a gran escala. 
En estos  momentos, en China,  9 de cada 10 familias viven directa o indirectamente de la  pirotecnia,y  es el país donde se fabrica el 65% de la producción mundial. 




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